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viernes, 15 de marzo de 2013

PELIGRO: ESTAMOS ANIQUILANDO A LOS AHORRADORES

Imagen: blackenterprise.com

Finalmente la semana pasada, el Banco de México decidió sumarse a su manera, y a mediano plazo, a lo que se conoce como “guerra de divisas”. Esta no es otra cosa más que una carrera en la cual los bancos centrales de los principales países del mundo, están luchando entre sí para hacer más competitivos a sus respectivos países, por medio de la devaluación de sus monedas.

La lógica es que al hacerlo, sus mercancías se vuelven relativamente más baratas y así pueden vender más en el exterior, generar ingresos y por supuesto, atraer inversión y generar crecimiento. Nadie quiere una “súper” divisa. Los casos de Japón y Suiza son algunos de los más representativos.

La forma en están conduciendo esa política monetaria es sobre todo a través de impresión monetaria, es decir, creando billetes a máxima velocidad para que, inyectados a la economía, cumplan con la función que esperan.

La pinza la cierran con la reducción artificial de las tasas de interés para propiciar, con el mismo razonamiento, que la gente se endeude, y al incrementar su consumo, tanto negocios como familias y por ende naciones enteras se vean beneficiadas. Así se financia barato también el dispendio gubernamental.

Sin embargo, aquella baja de intereses es inducida porque, si los mercados fuesen libres y las tasas determinadas espontáneamente, ya habrían explotado al alza con un mensaje muy claro: no hace falta más deuda y consumo (causantes originales de la crisis), sino ahorros y capital.

Seguir la fiesta del crédito es hipotecar el porvenir, pues ante la ausencia de ahorros suficientes en el presente se trae “desde el futuro” en forma de deuda, que tarde o temprano se tiene que pagar. La creación de riqueza tiene limitaciones físicas elementales que muchos pretenden ignorar.

Lo peor de estas manipulaciones y corrupción monetarias, es que por primera vez en la historia este fenómeno no se circunscribe a un solo país, ni siquiera una región como la Zona Euro, sino a prácticamente todas las naciones.

Por supuesto, la realidad es que tarde o temprano todas se verán forzadas entrar en este perverso juego devaluatorio, pues quedarse atrás en esta competencia les significará desde luego, perder terreno en los mercados internacionales.

Estas medidas mientras no logren su presunto cometido de alcanzar un crecimiento sostenido, seguirán vigentes. La evidencia disponible hasta hoy demuestra que ni todos estos esfuerzos sin precedentes lo han conseguido, por lo que los “estímulos” serán permanentes.

Banxico lo sabe de sobra y por eso, está entrándole a esa “guerra” a su modo.

Aquí no está estimulando la economía por medio de la inyección de más pesos al mercado (vía la compra de bonos), pero sin duda lo está intentando con el recorte de su tasa de interés de referencia, que a la larga permitirá desinflar en parte las burbujas provocadas aquí por la inundación de capitales golondrinos.

La meta es a mediano plazo, pues hasta el momento se está teniendo un efecto contrario al buscado: la apreciación del tipo de cambio.

El argumento principal del Instituto Central es que las expectativas de inflación parecen “ancladas”, o sea que no esperan que se dispare en los próximos meses. Una apuesta dudosa.

Imagen: Economist.com
Lo cierto es que ahora parece más preocupado por no detener el crecimiento económico que por su objetivo prioritario de procurar el poder adquisitivo de nuestra moneda, y con esto los grandes perdedores serán los ahorradores.

¿Cuál es el incentivo a guardar dinero, si los rendimientos que pagan son tan bajos que no compensan el costo de no gastarlo?

Este fenómeno no es exclusivo de México, por lo que la aniquilación del ahorro se está presentando a nivel global, algo que jamás había sucedido.

El desenlace no puede ser otro más que otra gran crisis, en la que el mercado por la fuerza obligue al colapso de las deudas y por ende, se habrán de disparar las tasas de interés. Eso es inevitable y será lo más sano en su momento. Que se pueda patear la “bomba” para más tarde no significa que se pueda hacer para siempre.

Las consecuencias de este fatal experimento devaluatorio serán terribles: más miseria y escasez de la que se pretendía evitar.

En palabras del gurú de las materias primas, Jim Rogers, “la gente que ahorra su dinero e invierte para el futuro son los que construyen una economía, una sociedad y una nación”. Acabar con ellos, efectivamente, solo puede tener el efecto contrario.


Es por ello que a la larga, cuando esta burbuja de inflación explote, nos daremos cuenta de que a todos los niveles, más habrá valido estar protegidos en activos tangibles, que preservarán su valor con el tiempo, como los metales preciosos entre muchos otros. Oro y plata son así una buena apuesta de compra, pues nada puede beneficiar más su mercado alcista que justamente la impresión de cantidades ilimitadas de "dinero" de papel.

5 comentarios:

  1. Buenas tardes y encantado de estar en su Blog.

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  2. Gilluermo,

    Do you have any background in accounting or bookkeeping? The reason for asking is to learn a little more of the background of the ideas put forth in your articles.

    In Mexico, are students in general taught accounting or bookkeeping? Also, is accounting or bookkeeping required for economics education in Mexico?

    I have learned some double entry bookkeeping later on after school and have found it to quite a help in understanding things.

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  3. In the USA accounting is not required for economics, secondary, or for many college degrees.

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  4. entonces las personas que empezemos a comprar joyeria de oro estaremos salvados, con 1 kg de oro verdad.

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